domingo, 11 de marzo de 2012
Lo que eres me distrae de lo que dices. Pedro Salinas
Lo que eres
me distrae de lo que dices.
Lanzas palabras veloces,
empavesadas de risas,
invitándome
a ir adonde ellas me lleven.
No te atiendo, no las sigo:
estoy mirando
los labios donde nacieron.
Miras de pronto a los lejos.
Clavas la mirada allí,
no sé en qué, y se te dispara
a buscarlo ya tu alma
afilada, de saeta.
Yo no miro adonde miras:
yo te estoy viendo mirar.
Y cuando deseas algo
no pienso en lo que tú quieres,
ni lo envidio: es lo de menos.
Lo quieres hoy, lo deseas;
mañana lo olvidarás
por una querencia nueva.
No. Te espero más allá
de los fines y los términos.
En lo que no ha de pasar
me quedo, en el puro acto
de tu deseo, queriéndote.
Y no quiero ya otra cosa
más que verte a ti querer.
Resumen:
El autor esta enamorado del físico,de la belleza de una mujer. No se fija de lo que dice.
Tema:
El tema principal de este poema es el amor no correspondido.
Estructura:
El poema se divide en dos partes:
La primera parte (del verso 1- al verso 16) el poeta expresa que esta enamorado de la belleza de una mujer y que hay veces que esa belleza no le deja escuchar lo que dices.
Y una segunda parte (del verso 17- al verso 29) el autor expone que la seguirá amando aunque no sea correspondido
Comentario Crítico:
Pedro Salinas, nacido en Madrid, fue un poeta español, miembro de la Generación del 27, en la que destacó como poeta del amor. Profundo intelectual y humanista, Salinas estudió las carreras de derecho y de filosofía y letras. Fue lector de español en la Universidad de París entre 1914 y 1917, año en que se doctoró en letras.
En su poema, lo que eres me distrae de lo que dices, el autor expresa que su belleza es tan inmensa que le evade de todo, e incluso, de lo que dice. Por ello, ese amor no es correspondido pero aun así, él le seguirá amando.
El poema se divide en dos partes, una primera parte donde el autor habla de su belleza y una segunda parte donde Salinas expone que su amor hacia ella no es correspondido.
Yo pienso de que nos debemos de fijar antes en el interior que en el exterior, no hay que dejarse llevar por las apariencias ya que "las apariencias engañan". El verdadero amor reside en el interior, en la personalidad de esa persona.
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